martes, 17 de abril de 2007

Decisiones...


Y cierto es, en esta vida todo son decisiones, o lecciones, desde las más cotidianas y mundanas, como que comer, que ropa me pongo, etc...Hasta las que no lo son tanto, como elegir una carrera, dejar los estudios, comprarse un coche...
Todo esto acarrea una serie de consecuencias, ya sean buenas o malas, este es un tema un tanto peliagudo, ya que tenemos numerosas variables que nos dificultan su explicación.
Pero al efectuar una pequeña reflexión, me doy cuenta de uq aunque lo miremos de una forma u otra, si no tomaramos esta serie de decisiones que nos provocan placer, bienestar, estres o nerviosismo, no seríamos nosotros mismos, y al menos lo que me parece a mi importante en esta vida es la felicidad y la calidad de vida, y me parece que para las dos cosas es necesarío haber tomado muchas decisiones y haber sufrido mucho antes...
Pues eso es la felicidad es su estado puro, el sufrimiento y su recompensa, ¿o acaso no nos sabe mejor un triunfo que nos hemos currado, que lo hemos luchado, a otro que practicamente se nos ha regalado? La verdad es que por naturaleza como bien dijo Maquiavelo somos malos, pero también sufridores, asi que ¿no esta justificado por esto el hacer daño a los demás?, no amigo mio no, una cosa es el sufrimiento por nuestra culpa, donde ninguna otra persona tiene cargo de conciencia salvo nosotros mismos, es el afan de superación lo que en realidad es el triunfo y lo que nos hace sentirnos tan vivos por dentro,he hay el misyterio de la felicidad para mi, cada dia que pasa, espero ser mejor persona, y por lo tanto más feliz conmigo mismo.

1 comentario:

Pícara dijo...

Muchas veces buscamos respuestas, sin tener muy claro que es lo que en verdad queremos encontrar. Son pensamientos que se acumulan en nuestra mente intentando escapar de algun modo, pero a veces el modo que nos parece más correcto es el que nos hace que nos confundamos más. La verdad es que no sé, si dejar los pensamientos reposar es la mejor opción para tomar una buena decisión, el destino de vez en cuando no quiere que pensemos tanto sino que le dejemos actuar a él.